Don Guillermo Hernández: El Quijote del metal, el artista del reciclaje


 Por Diliver A. Uzcátegui.

El Malecón de Cúcuta, los domingos, es un hervidero de vida: deporte, mascotas, arte y convivencia. Fue en este escenario vibrante donde, entre los muchos puestos de artesanos, me topé con Don Guillermo Hernández. Sus esculturas hechas con material de desecho destacaban, pero mis ojos fueron directamente a una en particular: Don Quijote.

Fue un flechazo, un amor a primera vista. Para quienes amamos la lectura, el personaje de Don Quijote representa un ideal literario y hasta romántico. Verlo plasmado con la robustez y la historia que le confiere el metal reciclado fue un momento inolvidable. Ese amor fue tal que la pieza de Don Quijote ahora tiene un sitial de honor en mi casa. Adquirir la obra es la forma más justa de honrar y apoyar la creatividad y el talento de artistas como Don Guillermo.

Con 12 años de trayectoria, Don Guillermo Hernández es más que un artesano; es un escultor empírico que ha encontrado una fuente inagotable de inspiración y sustento en lo que otros desechan. Él define su trabajo como "obra de arte en material de reciclaje" o "escultura en material de reciclaje" , una labor que ya ha dado vida a más de 1,500 creaciones.

Una trayectoria forjada en la chatarra

Guillermo Hernández, oriundo de Lebrija, Bucaramanga , y residente por más de 38 años en Villa del Rosario , es un artista completamente autodidacta.

Su camino en la soldadura y la escultura fue una necesidad transformada en vocación. Antes de su arte, se dedicó durante nueve años a la venta ambulante en San Antonio del Táchira, Venezuela. Agotado por el trabajo nocturno, buscó otro rumbo que lo llevó a reparar sillas. Cuando ningún soldador quería arreglarle las patas , tomó la decisión radical de comprar un soldador.

Vendió su carro, un Renault 12, para financiar el equipo. Fue a San Antonio del Táchira y compró el soldador sin saber siquiera cómo prenderlo. Su esposa le dijo que estaba "loco" por tomar esa decisión , pero él respondió: "Yo cuando nací nací, sin nada, sin nada me voy, voy a probar esta". Así, el hombre que no sabía soldar ni de metalurgia se convirtió en un "tremendo escultor".

Su materia prima: "Todo es plata"

Para Don Guillermo, no existe la basura; "todo es plata". Su materia prima son los desechos industriales, y los consigue directamente en la chatarrería.

  • Materiales que utiliza: Cucharas, tuercas, arandelas, balineras y alambres.

  • Filosofía: Recoge hasta un tornillo en la calle porque prefiere integrarlo a una obra de arte antes de que contamine el océano.

En 12 años, ha superado las 1,500 obras , y en su casa conserva una colección personal de 380 esculturas propias.

El Quijote, los tanques y El Depredador

La figura de Don Quijote y Sancho Panza son sus obras más vendidas y le han traído "la bendición y la comidita". Además, actualmente son muy solicitadas las figuras militares, como tanques y helicópteros.

Sin embargo, su mayor fuente de orgullo e inspiración es la pieza que no vende: El Depredador.

  • Obra maestra: La escultura de El Depredador, que decidió hacer tras ver la película y ponerse el reto de hacer una obra grande.

  • Dimensiones: Mide 1.78 metros de alto y pesa 250 kilogramos.

Actualmente, está trabajando en el Indio Motilón de dos metros y sueña con crear esculturas de gran formato de figuras locales como la locomotora y el pájaro toche.

El gran sueño: Una escuela para enseñar a "vivir dignamente del arte"

Don Guillermo nos cuenta que, aunque ha recibido algún apoyo inicial del nivel central (DPS en Bogotá) , su progreso en Villa del Rosario ha sido enteramente empírico y sin ayuda municipal.

El artista se puede ver en el Malecón de Cúcuta algunos domingos, pero su sueño va más allá de los puestos de venta. Él anhela montar una escuela y un museo para mostrar y enseñar su arte. Como ejemplo de su capacidad de enseñanza, menciona a Henry Duarte, hoy un reconocido escultor en Bucaramanga (famoso por sus hormigas culonas) , a quien Don Guillermo dio sus primeras inducciones en soldadura y pintura.

"Me gustaría hacer una escuela y enseñarles a la gente que del reciclaje se hacen cosas maravillosas y uno puede sobrevivir y vivir dignamente del arte".

Guillermo Hernández es la viva prueba de que, con visión, la chatarra tiene una segunda oportunidad. Un sueño que se siente más cercano cuando, en la sala de un hogar, una escultura del Quijote, hecha de tuercas y arandelas, nos recuerda la magia de convertir la basura en arte.


📞 Contacto y apoyo al artista

Para adquirir las obras de Don Guillermo o para ofrecerle escenarios donde pueda exhibir sus creaciones de gran formato:

  • Teléfono de contacto: +57 322 236 81 71



Comentarios

  1. Excelente trabajo, el olfato periodístico siempre activo,pero lo más importante, tu calidad humana para ver lo extraordinario en el cotidiano. Felicitaciones al artista!

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  2. ¡Muchísimas gracias por tus amables palabras! 🙏 Me alegra enormemente que hayas sentido esa conexión.
    Como bien dices, la verdadera magia está en encontrar y compartir historias como la de Don Guillermo, quien nos demuestra que la creatividad y el valor pueden nacer de lo que otros consideran desecho. Él y su arte merecen toda la visibilidad y el apoyo.
    ¡Un abrazo y gracias por leer! ✍️✨

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  3. Qué hermosa labor la de Guillermo Hernández. Todo un artista que exhibe, más allá de piezas ornamentales, determinación, voluntad y un claro sentido de su valioso aporte a la colectividad. ¡Bello trabajo, Diliver!

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    1. Gracias por tu valioso comentario. Coincido plenamente contigo: el trabajo de Guillermo Hernández trasciende lo meramente ornamental para convertirse en una inspiración sobre el compromiso y el aporte a la colectividad. Es un privilegio poder compartir su historia.

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