Precrastinación: el lado oscuro de la productividad
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Por Diliver Anrubi Uzcátegui
¿Te etiquetan de “hacedor
anticipado”? ¿Eres de los que adelantan siempre las compras navideñas a agosto,
entregas los informes con días de sobra o alistas la maleta semanas antes del
viaje soñado que planificaste? Si este comportamiento te resulta angustiosamente
familiar, ¡Te tengo una advertencia! Es probable que estés cayendo en la trampa
ansiosa de la precrastinación.
¿Qué es precrastinar? Es
todo lo contrario de la procrastinación (costumbre de posponer las tareas), es
la tendencia de ejecutar las actividades antes de lo previsto, incluso si tal
acción implica hacer más trabajo del necesario, convirtiendo a su desarrollador
en un “hacedor anticipado”.
¿Por qué precrastinamos?
Los motivos por los que
precrastinamos puede variar según los estudios sobre el tema, algunas de las
razones más comunes son:
1. Ansiedad:
quienes padecen de ansiedad, para mantenerse ocupados y evitar pensar en lo que
les causa este agobio lidian con la precrastinación.
2. Baja
autoestima: Las personas con baja autoestima al no creerse capaz de completar
exitosamente una tarea la hacen con antelación.
3. Miedo
al fracaso: Quienes poseen miedo al fracaso hacen las tareas con anticipación
creyendo que así pueden tener mayor control sobre el resultado, corrigiendo los
fallos de llegar a haber un error que muchas veces cometen precisamente por la
premura, oportuno sería aquí hacer la recomendación que Napoleón Bonaparte le
dio a su ayudante: “Vísteme despacio, que tengo prisa”.
4. Perfeccionismo:
Los amantes de la perfección tienden a precrastinar porque temen que su trabajo
tenga fallos. Al hacer las tareas con mucha anticipación, tienen más tiempo
para visualizar los errores y eliminarlos.
Para que te documentes por tu
cuenta te sugiero consultes los siguientes investigadores sobre el tema:
Mi sondeo sobre el tema de
precrastinar, y la reflexión sobre el uso del tiempo me trajo el recuerdo de una
clase de ética durante la universidad, dónde el profesor nos desafió a cavilar
sobre la siguiente pregunta: “¿Jóvenes, llegar una hora antes a una cita,
podría considerarse impuntualidad?” Sentenció.
Todos nosotros, sin darnos la
oportunidad a recapacitar sobre el tema, desde diferentes perspectivas,
respondimos como coro de colegio al unísono: “¡No! ¡Llegar antes jamás podría
ser impuntualidad!” Exclamamos sin dudarlo.
No obstante, para nuestra sorpresa, descubrimos
que, en efecto, llegar con tanta antelación también
podía ser una forma de impuntualidad, ya que de alguna manera 'robábamos' el
tiempo de la persona que nos esperaba.
Al profundizar
en la precrastinación, las palabras del profesor de ética sobre el tiempo y la
impuntualidad resuenan con mayor fuerza en mi mente.
Todo tiene
su momento oportuno, y el cómo haces uso del tiempo para encontrar ese momento,
es algo que debemos aprender, no sólo para ajustarnos a los tiempos de los demás,
sino también para no estresarnos nosotros o ser vistos como perezosos.
Y es que,
como bien dijo Napoleón Bonaparte a su ayudante momentos antes de un evento
crucial: 'Vísteme despacio, que tengo prisa'. Esta frase, aparentemente
contradictoria, encierra una profunda sabiduría sobre la gestión del tiempo y
la importancia de actuar con eficiencia, sin sacrificar la calidad ni la
atención a los detalles.
A continuación, mediante el siguiente
video, te muestro algunas consecuencias del precrastinar:
En
definitiva, la puntualidad, precrastinar y procrastinar no se trata solo de
llegar o hacer algo a tiempo, sino de respetar el tiempo de los demás y de
demostrar nuestra capacidad para organizar y optimizar nuestras acciones dentro
de un lapso considerado socialmente oportuno.
Es una
virtud que, al igual que la reyerta contra la procrastinación y la precrastinación,
requiere disciplina, planificación y un compromiso con la responsabilidad
personal. En este punto de la reflexión supongo que como yo te estarás
preguntando: ¿Qué afecta más precrastinar o procrastinar?
En suma,
resulta difícil definir qué hábito es más perjudicial, ya que ambos tienen sus
propias consecuencias negativas. No obstante, la procrastinación suele
considerarse más problemática porque puede tener un impacto más negativo en la
salud mental y las relaciones de la persona.
Así mismo,
es importante tener en cuenta, que la gravedad de los efectos de la
procrastinación y el precrastinar puede variar según cada individuo. Algunas
personas pueden ser más propensas a experimentar consecuencias negativas que
otras, y algunos tardan más que otros en ser conscientes de sus propios hábitos.
Además, la gravedad de los efectos también puede variar dependiendo de la
situación y la tarea en cuestión.
Algunos factores que pueden influir en la amenaza de los efectos del procrastinar y la precrastinación son:
- La personalidad: El perfeccionismo o la ansiedad en algunas
personas, pueden hacer que esta esté más propensa a experimentar
consecuencias negativas de la procrastinación y la precrastinar.
- El tipo de tarea: Las tareas que son confusas, desafiantes o con
aspectos desagradables tienen más probabilidades de ser pospuestas o
completadas con anticipación.
- La importancia de la tarea: Las tareas que son importantes o
urgentes tienen más probabilidades de generar estrés y ansiedad si se
posponen o se completan con anticipación.
- El entorno: Un entorno de trabajo o estudio caótico con tendencia a
la distracción puede aumentar la probabilidad de procrastinar o
precrastinar.
En conclusión, si estás luchando con la
procrastinación o el precrastinar, hay una serie de cosas que puedes hacer para
superar estos hábitos:
- Lo primero y fundamental, es ser consciente de tus hábitos y
sus consecuencias.
- Establece metas realistas y alcanzables.
- Divide las tareas grandes en tareas más pequeñas.
- Crea un plan de acción y siguelo.
- Elimina las distracciones.
- Recompénsate por los logros.
- Busca ayuda profesional si es necesario.
Hola querida Diliver. Excelente post: muy bien escrito y con variada información sobre el tema. En verdad,no sabía que existía ese otro lado de la procrastinación.
ResponderEliminarHola, mi estimado Adelfo. Gracias por tu comentario. Sí en en efecto existe, pero ciertamente tiene poco tiempo en estar siendo considerado para su estudio , desde 2014 según investigué se está tratando el tema.
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